Rata Blanca vuelve nuevamente a pisar la ciudad de Junin, tal y como lo hizo el 23 de Agosto del año pasado. Estaremos ahi seguramente, luego del gran espectaculo que dieron la última vez, el cual cuento un poco en este relato:
La emoción recorría las calles. Después de casi 20 años (19 para ser exactos) la banda de heavy metal y hard rock más popular de Argentina, volvía a tocar en la zona. Rata Blanca volvía a la ciudad bonaerense de Junín para brindar un show presentando su nuevo trabajo discográfico, El Reino Olvidado, que saldría dos días después de la presentación.
Recorriendo el trayecto hasta llegar al Cine San Carlos, en donde se daría el show, la gente era de lo más variado: desde viejos seguidores aún conservando sus raíces rockeras, acompañados con sus pequeños hijos que empezarían a descubrir qué era esa música que a sus padres les hacía tan bien, hasta jóvenes descontrolados, con enormes vasos de cerveza, cantando clásicos de la banda liderada por Adrián Barilari.
Muchos, con una sonrisa que les cubria toda la cara ante el suceso de ver a la banda que los acompañó por tantos años por primera vez, muchos que, con la misma sonrisa, tenían una basta experiencia en cuanto a recitales de la banda se hable, y otros, los metaleros más “ortodoxos” que iban a verlos “por lo que fueron”, ya que según sus propias palabras “ya no son lo que eran, ahora están más caretas”.
Llegando las 22hs, la cola para entrar al punto de encuentro era interminable, lo que nos adelantaba un cine que explotaría. Pocos minutos después, se bajarían las luces y sólo quedaría una roja, que iluminaba una medalla gigante que formaba parte de la escenografía, con la leyenda “RB”.
Una base de batería, bajo y teclados, nos hacían saber que Fernando Scarcella, Guillermo Sánchez y Hugo Bistolfi, respectivamente en sus instrumentos, ya se encontraban arriba del escenario. Al canto del público, coreando el clásico “olé..olé..olé..olé…rata..rata..” un enérgico Walter Giardino, guitarrista carismático como pocos, apareció en escena junto a la figura de Adrián Barilari para comenzar el show. “El reino olvidado”, nuevo hit de la banda, fue presentado en primer lugar luego de una intro de 2 minutos bajo la tenue luz roja.
Luego del saludo del cantante, quien tuvo una gran conexión con el público, el show siguió con una seleccionada lista de temas, mezclando clásicos como “Volviendo a casa”, “La canción del guerrero” y “Abeja Reina”, entre muchos otros, con la presentación de las canciones de su noveno disco de estudio, tales como “Talismán”, “El círculo de fuego”, y “Diario de una sombra”.
En la mitad del recital, que duró aproximadamente 2 horas, Barilari se toma un descanso y deja lucirse a cada uno de sus músicos. Cada uno desde su instrumento, realizaron un excelente “solo” individual, terminado en una maniobra de más de 7 minutos del guitarrista Walter Giardino, hecho por el cual la gente se deshacía en aplausos.
El show continuó, hasta que “El amo del camino” cerraba una noche fantástica que casi no tuvo desperfectos, más allá del algún sonido malogrado al comienzo del mismo, que fue pulido a lo largo del recital.
Pero todo no terminaría ahí. El público impaciente gritaba y saltaba cada vez más fuerte, para que Rata Blanca vuelva a pararse en el escenario para tocar sus dos clásicos más importantes. Y así fue. “Mujer Amante” y “La leyenda del hada y el mago” sonaron en una pieza unificada, mientras que la gente estallaba, algunos incluso, con lágrimas en los ojos. La banda porteña se despidió y dejó más que felices a sus fieles seguidores, y también a aquellos “ortodoxos” que dudaban, dos horas antes, de su rendimiento.
